El empate a uno en la semifinal de la Champions League entre el Real Madrid y el Manchester City fue un espectáculo colosal que demostró que los grandes pueden jugar de cualquier forma. El City tuvo la posesión, pero el Madrid no se sintió incómodo en la contracorriente y esperó el momento perfecto para marcar gracias a Camavinga, Modric y Vinicius. El City también mostró su pegada con el gol de De Bruyne, y ahora, en la vuelta en Manchester, todo puede pasar.
Mientras tanto, el padre del futbolista Erling Haaland, Alfie, causó polémica en el palco del Santiago Bernabéu al realizar varios cortes de manga a la grada madridista después de que la familia Haaland fuera reubicada en otro palco VIP tras ser desalojados por tirar bebida y comida a la afición del Madrid.